viernes, 5 de marzo de 2010

EL ANONIMATO EN LA RED...

 ... o de cómo Internet refleja una realidad social.

Ayer sin ir más lejos, un personaje, que supuestamente hablaba en nombre de Kinepolis (obviamente no creo que represente ni a su perro) decía varias sandeces e incoherencias a cerca de mi anterior entrada, todo ello adobado con faltas ortográficas.

Lógicamente susodicho indivíduo (o indivídua) estaba amparado por el anonimato, lo que le confería la potestad de erigirse como el gran defensor de esta entidad.

Como es normal no he considerado oportuno publicar su comentario. Pero sí que le invito a registrarse y si argumenta con educación (no es necesaria la coherencia) le publicaré sus comentarios. Y digo que no es necesaria coherencia, porque cada uno es libre de pensar como quiera, pero su libertad acaba cuando se profieren insultos contra alguien, cuyo único delito es opinar educada y abiertamente.

Pues esto es lo que pasa también en la vida real, está el que tira piedras a la autovía desde un puente o el que cuando sube a su coche, se transforma al sentirse cobijado por la coraza metálica de la carrocería, dedicándose a proferir insultos y lecciones de tráfico al resto de conductores. Por no hablar de que su actitud pone en peligro al resto de usuarios de la vía.

Es por todo ello por lo que el estudio de la conducta humana en "la vida real" se ve reflejada y en muchos casos amplificada por el fenómeno de la red, y que a nadie debería sorprender ciertas actitudes de personajes que luego, en su día a día, probablemente sean reprimidos y amargados y que en la intimidad usen su ordenador para vengarse de "la vida".

Cambian los tiempos y con ellos los medios, pero la esencia del Ser Humano en todo su espectro perdura inalterable, tan sólo adaptándose en su lenta evolución a las herramientas del momento.