Todos sabemos a la velocidad que va el cerebro, y en el impás, he llegado a pensar en el planteamiento del Señor Candidato, de eliminar las Diputaciones Autonómicas. Pero claro, también me ha dado tiempo a analizar, que esa cuantía ni siquiera se aproximaría a la que se produciría en el supuesto caso que se llevase a cabo esa importante reforma.
Efectivamente, mi gozo en un pozo. Resulta que la última lucidez que sus cerebros han parido no es otra que el recorte farmaceútico y el adelanto de las cuotas empresariales del Impuesto de Sociedades.
Esto, traducido a la gestión de una empresa, o por hacerlo más sencillo, al manejo del presupuesto familiar, no sólo sería una aberración, sino también un auto engaño.
Y porqué digo esto, pues muy sencillo. Dibujemos mentalmente y a grandes rasgos el esquema de gastos de una familia de posición media en épocas de bonanza:
- Hipoteca.
- Alimentación básica: Leche, pan, lácteos, frutas y verduras, azúcar, café...
- Alimentación "extra": Cervezas, refrescos, licores, dulces...
- Letra del coche.
- Ocio: Cines, restaurantes, vacaciones, cervezas con amigos y aperitivos, ...
- Colegio de los hijos y material escolar.
- Hogar: Televisión Digital de pago, cambio de electrodomésticos, alguna reformilla menor, ...
- Suministros: Agua, luz y gas.
Bueno, hay más, pero puede valer para el ejemplo que pretendo plantear.
Ahora llega la crisis (que no era crisis, ni recesión, ni nada) y los ingresos se ven mermados, de manera que, una vez consumidos los ahorros, con los salarios, no se pueden cubrir todos los gastos.
Si la casa la gobernara un componente del Gobierno, lo primero que haría es pedir un préstamo de esos que te dan 3000 euros y no te preguntan para qué lo necesitas y en menos de 24 h lo tienes en cuenta.
Cuando ya la situación se hace insostenible y empiezan a aparecer retrasos en el pago de algunas de las facturas, letras del coche y de la hipoteca, se plantea la contratación de una de esas empresas que te unifican las deudas.
Pero eso sigue sin ser suficiente y no es posible mantener el mismo ritmo de vida al cual no está dispuesto a renunciar nuestro amigo del PSOE.
Para reducir los gastos se le ocurren dos grandes ideas. A saber, cambiar a los niños a un colegio público, pese a que el centro que les corresponde está atestado de delincuentes en potencia y el profesorado, harto de peleas inútiles, deja que cada uno haga lo que quiera, con tal de no coger una depresión o simplemente ser acuchillado a la salida.
La otra gran idea pasa por conseguir que la empresa en la que aún trabaja y que pasa por los peores momentos que se recuerdan, le adelante la paga extra de Navidad y de esta forma pagar uno de los recibos que debe de la hipoteca.
CONCLUSIONES:
Decisión 1ª: Se perjudica a terceros. Los más vulnerables. Después de varios años en un colegio privado, con un buen nivel, se les hace víctimas de la LOGSE y se les junta con lo mejor del barrio.
Ahorro: 600 euros al més: Al cabo del año 5400€.
Decisión 2º: En el caso que le concedan dicho adelanto, se va directamente al banco. Bien por pago o bien por embargo.
¿A NADIE SE LE OCURRE QUE DARSE DE BAJA EN LA TELEVISIÓN POR CABLE, RENUNCIAR A LAS CENAS EN RESTAURANTES O POR LO MENOS, QUE NO TENGAN LUGAR TODOS LOS FINES DE SEMANA, REDUCIR LOS CINES O CAMBIAR DE HÁBITOS VACACIONALES (NO ES NECESARIO IRSE AL EXTRANJERO), PUEDE SUPONER NO SOLO UN AHORRO PUNTUAL, SINO UNA FORMA DE CAPEAR EL TEMPORAL Y MANTENER LO QUE REALMENTE MERECE LA PENA Y GARANTIZA UN FUTURO NO CAÓTICO?
