jueves, 1 de abril de 2010

MEDIDAS ANTICRISIS??

Hay cosas que, sin saber bien porqué, se te quedan grabadas y, por mucho tiempo que pase, no se borran de la memoria.

Yo recuerdo que estaba cursando probablemente 5º ó 6º de EGB cuando, en una asignatura llamada “Sociales”, me explicaron el término "balanza comercial" y los conceptos de déficit y superávit. El déficit es el resultado que se obtiene cuando se importa más que se exporta. Obviamente el superávit se produce cuando los términos se invierten.

Lo que está claro que en España tenemos déficit en nuestra balanza comercial y puesto que el consumo interno está con el freno de mano echado, lo más inteligente es mirar hacia el exterior. (Obviamente hablo de industria productiva y no de servicios). Tanto por el bien propio como por aspectos "macro".

Lo que está claro es que nuestras empresas, lógicamente aquellas cuyos productos puedan ser consumidos en el extrangero, deben enfocar su comunicación hacia mercados exteriores, donde hay países que no son hispanoparlantes.

El marketing y el sentido común, que vienen a ser casi lo mismo, te dicen que para que un cliente te entienda, lo primero que debes hacer es hablar su idioma.

Imagino que hasta aquí todos estaréis de acuerdo conmigo.

Bueno, pues el otro día recibí una comunicación, en este caso de la Cámara de Comercio de Valencia, en la que se pretende impulsar el uso de otros idiomas en las empresas. Para ello plantea subvenciones en acciones tales como la traducción de la WEB y de catálogos, de cartelería, etc.

No parece nada descabellado ya que de paso que concienciamos en la necesidad de exportar y en última instancia internacionalizarse, apoyamos a las industrias locales minimizando sus costes en estos tiempos tan difíciles y generamos algo de negocio para sectores como el de los rótulos, imprentas, traducciones, etc.

Pero no es oro todo lo que reluce, ni tiene neuronas todo aquel que dirige un gobierno. Más bien parece que cuando alguien decide ser político, está obligado a pasar un proceso de lobotomización, que le deja carente de todo sentido común.

Pues ni más ni menos que lo que se pretende con la campaña en cuestión, no es otra cosa que fomentar el uso del Valenciano en las empresas, subvencionando hasta el 50% de los gastos generados de dichas actuaciones.

No está mal que una empresa incluya en su web la opción de valenciano. Que tenga una versión de su catálogo en este idioma ya me parece algo más forzado, pero que su rótulo esté en valenciano ya no lo comprendo. Pero que esto sea algo que paguemos todos, ya es el colmo.

¿A caso una familia se plantea comprarse un portátil si no le llega ni para comer? El dinero, y más el público, hay que usarlo con conocimiento, poniendolo allí donde va a generar mayor retorno. Dejemos la política lingüística para otros momentos y centrémonos en aquellas actuaciones que puedan hacer que las empresas, que están pasando por momentos difíciles, se adhieran a programas que fomenten sus negocios objetivos.

No creo que haya nadie que entienda el Valenciano y no el Español (escrito), además el uso del Valenciano se circunscribe a territorios dentro de nuestra Comunidad Autónoma, donde la crisis es más que patente.

Dirijamos nuestras empresas con conocimiento y hagamos que cualquier euro invertido en Marketing tenga el máximo alcance posible.

Traduzcamos nuestras webs y documentos al Inglés, al Chino, al Árabe, al Ruso y, si queda hueco, porqué no al Valenciano.