domingo, 13 de mayo de 2007

Sólo haciendo cosas diferentes...

Si haciendo cosas diferentes, se obtienen resultados diferentes, pues hagámoslas. Es obvio no, pues es increíble lo estancados que se encuentran en el pasado muchos altos directivos y gerentes .

No sé si a muchos de los lectores les puede sonar las frases: “…nunca nos ha hecho falta hacer….” O “…siempre lo hemos hecho así…”

Pues es el día a día de muchos directivos innovadores que, además de enfrentarnos al día a día, hemos también de enfrentarnos con las gerencias de nuestras empresas para conseguir mejorar los resultados.

Sirva como ejemplo mi actual situación. Tras ingresar allá por el 2004 en una compañía de desarrollo de software y servicios de consultoría para industrias, se me plantea el dilema de si sigo haciendo las cosas de igual modo que hasta la fecha o rompo esquemas.

Claro está que no soy muy conformista que digamos y decido hacerme a un lado y ver las cosas desde una perspectiva diferente. Lo que sucede es que los recursos son escasos (se trata de una pyme de a penas 20 empleados, que para el sector está muy bien) y hay que estrujarse la materia gris.

Lo primero que hice es hacerme a la calle, sondear el mercado para tener información de primera mano. Un individuo que ya no está en la compañía me dijo “eso que haces es carísimo y muy poco rentable”. Claro, tenía razón, era mejor ir a una empresa de estudios de mercado y sacrificar todo el presupuesto del departamento.

Con la información en la mano elaboré diferentes materiales, como power points para ayudarme a la venta. Luego comencé con la elaboración de algún que otro vídeo que mostrase los beneficios de trabajar con nosotros (si imagen vale más que mil palabras, entonces un video…). Empezó a aflorar algún que otro resultado, pero no era suficiente.

Fue entonces cuando la Dirección decidió hacer un cambio de imagen e invertir algo más en marketing. Contratamos con una prestigiosa empresa de comunicación y se cambió la imagen, se estableció un libro de estilos, se rehizo la web, etc… ah y lo más importante, tuvimos POR PRIMERA VEZ un catálogo de empresa.

Luego, ampliamos a dos personas más, las formé en técnicas de venta y telemarketing y los resultados nos desbordaron. Comenzamos a aparecer en foros de sociedad, en la Universidad, en la Cámara de Comercio y, en definitiva, a estar más presentes en el mundo empresarial.

También he puesto en marcha una revista digital trimestral para estrechar el lazo entre la Empresa y los clientes y potenciales clientes. He publicado diversos casos de éxito (orgullo para los clientes y para nosotros mismos) y he impartido clases en Cámara de Comercio, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y en la Escuela Técnica Superior de Diseño Industrial.

Hoy sigo peleando por disponer de catálogos técnicos que estén acordes con el producto, en intentar cambiar antiguos modos de pensar sobre la forma de distribuir un sistema de tan altas prestaciones como es el nuestro y en disponer de más fuerzas de venta en mi zona de influencia para que el día a día no me impida realizar tareas de planificación estratégica y de análisis.

Pero pese a los resultados, las mentalidades no cambian y en muchas ocasiones no tengo claro cuál va a ser el siguiente paso o si, dadas las circunstancias, hay que cambiar de camino.

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